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Oscar Mario Carmona Arguedas

Manuel Vinicio Pérez Pérez

En el 2005, durante la Jornada Mundial de la Juventud en Colonia, el Papa Benedicto XVI recordaba el compromiso por “buscar nuevos caminos para llegar a los jóvenes”, de manera que se proponga la Buena Noticia de Jesús y lleve a un vínculo duradero con su Iglesia. Hoy, 15 años después, uno de esos nuevos caminos ha sido el acompañar a los jóvenes que, valientemente, se han decidido por discernir la llamada que el Señor les hace para sus vidas, a través de los medios digitales en tiempos de pandemia.

En la Arquidiócesis de San José, los muchachos con alguna inquietud hacia el sacerdocio deben iniciar un proceso de Encuentros Vocacionales, a cargo del Pbro. Arturo Morales Funcín y acompañados por dos seminaristas quienes les compartimos esta pequeña pero valiosa experiencia. En estas reuniones mensuales se tiene un momento de compartir, reflexión, oración. No obstante, con la llegada de la pandemia, la “normalidad” se vio en crisis, detenida, obligando a todos a salir buscar nuevas formas de seguir con la misión. Al iniciar la experiencia en Pastoral Vocacional en enero, era impensable que dos meses después las ideas para desarrollar los encuentros debían cambiar. Sin embargo, en lugar de ser un impedimento, ha sido una oportunidad para desarrollar la creatividad, disposición y entrega por llevar la alegría de seguir a Jesús. Por ello, ante la imposibilidad de las reuniones presenciales en las parroquias, a partir del mes de marzo se realizan estos encuentros por medio de la plataforma Zoom.

Si bien es cierto, los encuentros virtuales son inigualables a los presenciales, han facilitado momentos de encuentro que hubieran sido difíciles en la “normalidad”. Por ejemplo, por primera vez se desarrolló un Encuentro Vocacional un Jueves Santo, en el cual tuvimos la reflexión sobre el sacerdocio en el mismo día de su institución dentro del Triduo Pascual.

También, hemos tenido la posibilidad de contar con testimonios de sacerdotes, diocesanos y religiosos, con los cuales compartir su experiencia de vida y así motivarles a continuar este camino de discernimiento. Además, a quienes acompañamos este proceso, nos ha permitido sentir la cercanía del ser Iglesia a pesar de la distancia.

Los momentos de crisis pueden ser vistos como el acabose de los planes, incluso para la promoción vocacional. Sin embargo, el Señor sigue llamando y suscitando dones extraordinarios, aun en tiempos de pandemia. Diez jóvenes se encuentran en la Arquidiócesis realizando este proceso, deseosos de responder con alegría, generosidad, valentía a la llamada de Dios, aún en tiempos virtuales de pandemia. El acompañamiento vocacional es importante porque nos recuerda que el llamado de Jesús se realiza en medio de una comunidad de discípulos, por ello, era importante no perder no sólo comunicación, sino espacios para compartir las inquietudes, escuchar testimonios y, ante todo, para orar juntos.

Aunque a veces el internet falle, se realice una actividad con lo que se tenga a la mano en casa o se rece a la distancia, la disposición por seguir el camino de Jesús continúa porque, también en estos tiempos, se desea llevar a los demás la alegría y esperanza de quien ha puesto su corazón en el Señor. No nos cansemos de orar por las vocaciones, especialmente en momentos de crisis porque el Señor sigue suscitando en el corazón deseo de responder a su Amor. Es hora de ayudar a dar el paso de responder con valentía al proyecto de Dios de construir la civilización de su Amor.

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